lunes, 29 de abril de 2013

Crecer.


El tiempo solo existe para que te des cuenta que los ideales no son realidades. La concretización siempre es traición a la pureza, a la perfección de la idea.

El espacio solo existe para que te frustres, porque ese asombro cotidiano, el segundo en que te quedás sin respiración, la belleza... te deja sin palabras y por tanto, no puede volverse idea, no intentes apresarlo.

¿Somos seres de dos mundos? 
¡Por momentos y por espacios, no me sale vivir!


Por más que me esfuerce no encuentro universales ningún día a la semana, pero igual me convenzo de que los ideales residen en mi. No me resigno ante la frustración; vivo de cara a la belleza porque, más allá de que sea imposible asirla en mis manos, no es mera apariencia.

Crecí y aprendí a reconocer la plenitud de lo singular.


Ju.-

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